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Sus cuidados son muy simples, aunque en la entrada de hoy nos centraremos en como multiplicarla.
Se trata de un procedimiento muy sencillo, y se puede hacer en cualquier época del año.
Para ello necesitaremos:
- Un tallo sano de unos 15-30 cm. de Cheflera.
- Un recipiente de vidrio.
- Una maceta o recipiente de cultivo.
- Tijeras.
- Agua oxigenada.
- Arlita.
- Sustrato.
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El primer paso que realizaremos es seleccionar el trozo de la planta que sera nuestro esqueje, para ello buscaremos una rama sana de una planta vigorosa y con ayuda de unas tijeras lo separaremos de la planta madre.
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Haremos un corte en bisel en su parte inferior, y retiraremos alguna de las hojas inferiores del tallo.
Introduciremos el esqueje en un recipiente de vidrio con agua, al que añadiremos un poco de agua oxigenada.
El agua oxigenada ayudará a proteger a nuestro esqueje de hongos y acelerará el procedimiento de enraizamiento.
El agua oxigenada ayudará a proteger a nuestro esqueje de hongos y acelerará el procedimiento de enraizamiento.
En pocos días veremos como de la parte inferior del esqueje surgen los primordios de los futuras raíces.
A las pocas semanas comenzaran a salir raíces al esqueje. Cuando estas raíces tengan unos 3 cm. podremos pasar el esqueje a una maceta.
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Es importante colocar en el fondo de la maceta arlita o grava para ayudar al drenaje de la planta y evitar problemas en la raíz.
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Rellenaremos la maceta con sustrato, presentamos el esqueje y rellenaremos hasta que quedan sus raíces bien cubiertas y regaremos.
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Es recomendable poner a nuestro esqueje de Cheflera un palo o tutor a modo de guía, para que la planta crezca recta y evitar que las raíces se lastimen, hasta que la planta se asiente bien en el sustrato.
En poco tiempo veremos como la planta comienza a dar nuevas hojas, señal de que nuestro esqueje ha sido un éxito.
Espero que os haya gustado la entrada, si os ha parecido interesante compartir, no dudéis en comentar, un saludo.