En estos últimos días del verano, y también durante el mes de septiembre, es la mejor época para hacer esquejes de esta preciosa planta, que será la protagonista del invierno cuando dé su espectacular floración, aunque de todo esto hablaremos en una entrada específica sobre la Bergenia y sus cuidados más adelante; en esta entrada sólo nos centraremos en su esquejado.
Para ello necesitaremos:
- Una maceta de mínimo 10 cm. de diámetro.
- Unas piedracitas para colocar en el fondo de la maceta y favorecer el drenaje.
- Sustrato universal.
En la maceta pondremos las piedrecitas en el fondo, y un poco de sustrato.
Presentaremos el esqueje, procuraremos que el rizoma quede bien cubierto, dejando solo fuera de la tierra las hojas, y rellenaremos hasta completar la plantación.
Seguidamente regaremos y colocaremos en un lugar sombrío, regaremos cuando notemos la tierra seca, y a los pocos días observaremos como empieza a brotar, será la señal que nos indique el éxito de la plantación.
Recordad que a la Bergenia le gustan los sitios húmedos y sombríos, y seguramente plantándola en este época, empezará a florecer en Enero- Febrero más o menos.
Espero que os haya gustado la entrada y os haya sido útil.