Con la llegada del otoño empiezan a florecer los áster que plantamos a finales de la primavera.
Se trata de una planta perenne que pueden llegar hasta el metro de altura, y puede utilizarse para arreglos de flor cortada. Van a dar colorido desde finales del verano, hasta principios del invierno, siendo una buena alternativa otoñal para el hueco dejado por los geránios.
Sus características y cuidados son:
- Ubicación: Colocaremos los aster a media sombra, o sol pleno ya que en esta época las temperaturas empiezan a ser más frescas, y aguantarán perfectamente.
- Sustrato: Utilizaremos sustrato universal, y es importante que tengan buen drenaje para evitar la pudrición de raíz. Renovaremos un poco la tierra superficial, o abonaremos una vez al año, en primavera o verano para tener una buena floración otoñal.
- Riego: Regaremos con frecuencia, sobretodo si está en maceta, la planta si le falta riego se pondrán las hojas y flores lacias. Importante que la maceta tenga buen drenaje para evitar pudriciones, y cuidado con no mojar las hojas y flores para evitar ataques por hongos (oídio y mildiu).
- Floración: A finales del verano y durante el otoño, con forma estrellada, de centro amarillo y los pétalos de color rosa, morados, azulados o blancos.
- Multiplicación: Mediante semillas a finales de primavera o dividiendo una mata grande cuando empiecen a rebrotar en la primavera siguiente.
- Poda: Cortaremos las ramas secas en invierno para que la planta vuelva a rebrotar con fuerza en la primavera siguiente.
- Plagas: Suele verse atacado por pulgones, orugas y mosca blanca, y serán tratados con insecticidas específicos.
Espero que os haya gustado y sido útil, continuaré describiendo las plantas más sencillas que darán la floración durante finales del verano y todo el otoño.
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