Se trata de una de las plantas más comunes en casa por su rusticidad y la elegancia de sus hojas. Pertenece al grupo de las begonias rizomatosas, presenta hojas grandes de color verde brillante y con el envés en granate. Es otra de las plantas que podemos considerar como de fácil cultivo. Siguiendo unos cuidados básicos lucirá estupenda en nuestro hogar.
- Localización: Es una planta de interior, aunque en climas suaves puede desarrollarse bien en el exterior.
- Luz: Colocar en sitio luminoso, no poner en pleno sol para evitar que se quemen sus hojas. Cuanta más luminosidad reciban sus hojas, más rojas se pondrá el envés de estas.
- Temperatura: Es una planta sensible al frío, habrá que evitar temperaturas inferiores a los 10ºC para un correcto desarrollo.
- Sustrato: Requiere de suelo suelto y bien drenado.
- Riego: Regar solo cuando notemos la tierra seca. Cuidado con el exceso de agua, pues es el principal problema de esta planta.
- Multiplicación: Muy sencilla por esqueje de hoja, o rizoma, puesto en agua.
- Floración: Da flores rosas o blancas, agrupadas en varas florales, a principios de primavera.
Algunos consejos más:
- Prefiere lugares bien ventilados, y con algo de humedad ambiente.
- Al regarla, evitar mojar las hojas.
- Cuando veamos los bordes de las hojas marrones, es por sequedad ambiental, convendría poner un plato con agua cerca para aumentar la humedad ambiente de la zona.
- Si notamos que las hojas se pudren, es por exceso de agua, o un cambio de temperatura brusco.
- Si las hojas presentan un color pálido o amarillo, es por falta de luz.
- Les gusta estar algo apretadas en la maceta.
- Conviene renovarlas cada 2 o 3 años.
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