En la entrada de hoy plantaremos una semilla de aguacate, es un experimento que hago desde pequeño, y siempre suelen crecer, lo único que en la región donde vivo, ni puede hacerse todo lo grande que debería ni fructifica, ni se puede tener en el exterior, aunque bien merece la pena tenerla como planta de interior.
Para llevarlo a cabo necesitaremos:
- 1 semilla de aguacate.
- 3 palillos.
- 1 recipiente de vidrio con agua.
- 1 maceta profunda.
- Buena tierra y pidras para el drenaje.
El primer paso tras comernos el aguacate consiste en limpiar bien la semilla y secarla.
Pincharemos los palillos en el tercio inferior de la semilla de manera equidistantes, de tal forma que al ponerla en el recipiente con agua se quede bien sujeta y solo con la parte inferior sumergida un poco.
Habrá que esperar un poco hasta que empiece a crecer, paciencia, acaba saliendo, suele tardar entre uno y tres meses en comenzar a brotar, durante este periodo habrá que vigilar que el agua no se enturbie para evitar hongos.
Cuando comience a brotar notaremos como la semilla se va abriendo y saldrá una raíz muy larga, y poco a poco veremos como el tallo sale hacia arriba, cuando veamos que comienzan a brotarle unas pequeñas hojas, será el momento apropiado para pasarlo tierra.
Para el paso a tierra utilizaremos una maceta mas larga que ancha, pues el aguacatero suele dar una raíz muy profunda en muy poco tiempo, y no conviene moverlo mucho de maceta el primer año.
Regaremos y ubicaremos la maceta en un sitio luminoso pero sin sol directo, volveremos a regar cuando notemos la tierra un poco seca.
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